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CUANDO LAS LUCES SE APAGAN

Artículo por @el-bicho-no-escalador

Estas fueron las palabras de Richard Carapaz reveladas hace unos días en una conversación para el portal web de su equipo: 

VARESE, ITALY – OCTOBER 03: Richard Carapaz of Ecuador and EF Education-EasyPost reacts after the 102nd Tre Valli Varesine 2023 a 196.54km one day race from Busto Arsizio to Varese on October 03, 2023 in Varese, Italy. (Photo by Dario Belingheri/Getty Images)

“Ahora en Italia, poder luchar por una victoria con los grandes en mis primeras carreras es algo enorme para mí. Esta remontada, además del trabajo duro y el sufrimiento, ha sido positiva para mí, porque ahora estoy donde tengo que estar. Hubo muchos días inciertos en mi camino hacia la recuperación. La carga de trabajo fue muy intensa. Ni siquiera estaba en mi ciudad natal Carchi en Ecuador. Tuve que vivir en Quito por cuestiones prácticas, porque mi fisioterapeuta y mi kinesiólogo estaban todos más cerca allí, entonces todo ese tiempo no estaba en casa con mi familia. Estaba viviendo en una ciudad diferente, trabajando tan duro como podía todos los días para regresar”. 

Escuchar todo ese dolor de volver a correr para obtener algo antes de que termine el año revela cuanto un ciclista hace por mantenerse en la pomada de su deporte. En su caso, activo hasta el Giro di Lombardía y los Panamericanos, pero en el caso de otros tantos ciclistas hoy ya están en un periodo de descanso; aquella de la que somos ajenos.  

Es la época del año en que la temporada de ciclismo va llegando a su fin. Momento en que los ciclistas (que tienen contrato asegurado) evalúan los resultados obtenidos.

Surge la inquietud: ¿Los ciclistas se evalúan solo los podios o top 11 que alcanzaron?, ¿Por haber cumplido ciertas indicaciones específicas para determinadas etapas?, ¿Cuánto puede crecer el año que viene?.

 Sus nombres se pronuncian sin parar en Noviembre, Diciembre, Enero y los meses que sean necesarios. No hay periodista o aficionado que olvide citarlo, que quiera saber qué planes tienen para el siguiente año: ¿A que equipo se irá? ¿Qué carreras elegirá? ¿Cómo acoplarse a sus nuevos equipos? ¿Dónde ir ahora que se quedó sin contrato?

Jhonatan Narváez gana la clasificación general del Tour de Austria. Foto: La Cancha.

Mientras todo el mundo debate esto que sucederá con la vida de los ciclistas en este transcurso. ¿Es tiempo de qué para ellos?

De ir a ordeñar las vacas o cabras, de volver a país de residencia y cumplir campañas publicitarias, de encerrarse en casa, de viajar algún lugar que quieren conocer o enfrentar la recuperación de las lesiones que les dejo este año. 

A pesar de esta y mil infinidades de actividades íntimas, siempre hay esa inquietud de que tendrán en mente para este año porque no importa a qué lugar del planeta tierra se trasladen en algún punto deberán preparar el calendario 2024, en caso de no hacerlo pasarán desapercibidos en las carreras (caso aparte son las lesiones en carrera, ese es otro tema).

La mentalidad, personalidad y el entorno en el que este rodeado el ciclista desembocará en una exigencia por mejorarse a nivel competitivo. En la intimidad uno intuye que se preguntará ¿En qué tipo de corredor debo transformarme? ¿Qué debo comer? ¿Cómo debo atacar para vencer a …? ¿Con quién debo entrenar, dónde? ¿Qué carreras elegir? Y así las preguntas asaltarán la vida de los ciclistas los siguientes meses en que estarán lejos de los reflectores. 

Por sus características obviamente cada ciclista tiene diferentes metas para el 2024. Habrá incorporaciones nuevas que destaquen en algunas carreras y sean posteriormente habituales protagonistas, otros por reivindicarse,

Algunos vivirán un declive de rendimiento, otros mejorarán sus números y también los inevitables retiros. 

De estos últimos hay que hablar un poco más puesto que ya no volverán a ser parte del pelotón internacional, ahora nuevos rumbos los lleva a vincularse con cosas ajenas o no al ciclismo. A ellos se les acaba aquellos estrictos planes alimenticios y las concentraciones deportivas de pretemporada.

 Ese debe ser un dolor muy grande (supongo habrá alguno que se sienta aliviado). De pronto un día estás luchando con todas tus energías para ganar una etapa o apoyar a un compañero y después mirando aquellas carreras por televisión. Con el tiempo de estos ciclistas algunos se volverán pedantes con sus: “yo gané tal carrera estos ciclistas de ahora no tienen coraje…” puro yo yo yo. Habrá ciclistas que serán recordados por sus polémicas y aquellos que vivirán humildemente después de haberlo dejado todo en el ciclismo.

Es octubre y ese run run de los movimientos ciclísticos (fichajes, inversiones, revelación de calendarios y perfiles) alimenta esas conversaciones que develan como en el fondo las personas que siguen este deporte quieren nuevas batallas, estrategias, más de ver ataques épicos, esfuerzos sobrehumanos, imágenes increíbles de mujeres y hombres haciendo cosas increíbles. 

Así es público apenas vemos los rostros de estos deportistas a lo largo del año, pero ténganlo por seguro que el 2024 viene recargado, hay deudas pendientes, clavos que sacarse y hambre de gloria. 

Un público esperando ubicarse en equis esquina del recorrido para gritar: – vamoooos-. -Tú puedes-.-Ya lo tienes-. Público loco de este deporte del que se sabe los ciclistas se juegan la vida. Vaya osadía la de subirse en una bicicleta para descender y ascender por vías escandalosamente peligrosas; descarrilarse puede llevar a fracturas de piernas, costillas, brazos…  

Incluso mientras se escribe este texto y ustedes lo leen no sabemos que mutación psicológica esta viviendo ahora mismo aquellos ciclistas que serán protagonistas en 2024.

Nos vemos una vez más en 2024 con los relatos no oficiales de Los Bichos del Pedal.  

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